De los caballos con los que se anunciaban en sus primeros carteles, el Circo Atayde Hermanos llega a sus 130 años de vida con un “circo clásico puro”. Un espectáculo con artistas nacionales e internacionales que realizarán acrobacias, donde habrá payasos, bailarinas y un maestro de ceremonias, ingredientes que ofrecerán en dos únicas funciones, el 11 y 12 de octubre, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
De acuerdo con Celeste Atayde, gerente general del espacio, “en México decir Atayde inmediatamente es ligarlo al circo, tenemos un compromiso muy grande de preservar esta tradición a las futuras generaciones. Estamos muy contentos de tener al señor Alberto Atayde en vida, es el que da el motivo perfecto para esta celebración”, compartió en una entrevista con 24 HORAS.
El 26 de agosto de 1888 nacía el primer circo mexicano, de la mano de Aurelio Atayde. 127 años después, el 8 de julio de 2015, entraba en vigor la Ley General de Vida Silvestre, que prohibía utilizar animales en los circos del país.
“La gran transformación que hemos tenido en los últimos años fue dejar de utilizar a los animales. Estos grandes artistas que formaron parte de nuestro espectáculo por muchos años, dejaron de estar presentes, y se sustituye esta presencia con talento cien por ciento humano”.
No fue un reto, consideró, sino un abanico de posibilidades para implementar nuevas tecnologías. A decir de Celeste Atayde, todos los espectáculos en vivo, sea circo, teatro o danza, tienen el desafío de crear productos llamativos para las nuevas generaciones.
“La tecnología está siendo una competencia muy fuerte para nosotros, porque desprender al niño de esta tecnología que ya tiene en casa, ha sido una labor muy difícil. Lo que estamos procurando es estar renovando cada que nos presentamos, es una función diferente, y que también sea para toda la familia”.
En la planeación de la puesta, buscan que el orden de los artistas fluya fácilmente, y así trasladar de una emoción a otra. Primero mostrar un acto de altura con uno de piso, para después ofrecer uno de comicidad.
“Lo que más me gusta es ir formando el espectáculo, el ir integrando un acto tras otro. Lo adquirí gracias a mi papá, Alberto Atayde, que era el encargado de armar las funciones del circo. Me gusta mucho participar en la producción de los actos, si va a ver participación del cuerpo de baile, qué tipo de música, el vestuario, la iluminación”.
Desde la producción, la gerente general de Atayde Hermanos señaló que se debe buscar la temática a aplicar para cada escena. “No todos los actos se prestan para que cambies su identidad, algunos sí, otros no. Ahí está el reto, en convencer al artista, en base a la experiencia y calidad que ofreces, que es para mejorar su presentación”.
Si los animales, que también eran artistas, debían dejar de aparecer por una obligación federal, hace unos meses decidieron dejar la Carpa Astros, el emblemático lugar donde el circo estaba instalado. Adquirido en 1954, en la década de los 80, se montó una carpa para presentar diferentes espectáculos.
“En esa época no teníamos la posibilidad de presentar el circo ahí, porque teníamos exclusividad con la Arena México. El hecho de haber bajado nuestra carpa del terreno Astros, significa que tendremos un nuevo proyecto en puerta, que más adelante daremos a conocer, el cual nos da la posibilidad de presentar nuestra carpa en diferentes partes de la ciudad de México y el interior de la República”.
Con talento mexicano y de artistas provenientes de Rumania, Chile, Cuba, España y Colombia, en la primera función de los 130 años se revelará una placa conmemorativa. Sus invitados especiales, Cristina Pacheco, Jorge Ortiz de Pinedo y René Franco, conmemorarán “un espectáculo sano, divertido, que envuelve una magia y es para toda la familia”, concluyó.
Esta entrevista apareció originalmente en 24 HORAS
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